En América Latina, la impunidad es un problema crónico que perpetúa las violaciones de derechos y debilita las instituciones de justicia, negando a las víctimas y sus familias el derecho a la verdad, la justicia y la reparación adecuada. Es fundamental que los Estados aborden la impunidad en todas sus formas –especialmente cuando se trata de violaciones graves de derechos humanos, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra– para asegurar la justicia y la no repetición.

A través de la investigación, el cabildeo y el intercambio de experiencias y conocimientos entre países y organizaciones aliadas, fortalecemos las instituciones encargadas de la persecución penal, el otorgamiento de reparaciones y la búsqueda de personas desaparecidas. Además, impulsamos la implementación de procesos que promuevan la búsqueda de la verdad y salvaguarden la memoria histórica, contribuyendo así a la consolidación de sociedades justas y reconciliadas.

Mediante diferentes iniciativas asesoramos y promovemos la adaptación de las instituciones estatales, especialmente los sistemas de justicia domésticos, para investigar y juzgar las graves violaciones de derechos humanos y los crímenes internacionales, como los delitos de lesa humanidad y los crímenes de guerra. También buscamos que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y los diferentes mecanismos de protección de Naciones Unidas se ocupen de estos temas y monitoreen el cumplimiento de sus estándares por parte de los Estados.

Trabajamos en colaboración con organizaciones locales para mejorar la legislación, las políticas y las prácticas institucionales, en conformidad con los estándares internacionales aplicables.