La importancia del buen funcionamiento del sistema de justicia es un elemento esencial para la existencia de una democracia efectiva, en la que existe una relación de pesos y contrapesos entre poderes y se respeta el Estado de Derecho. Los procesos de selección y nombramiento de magistrados y magistradas son un elemento fundamental de la Independencia judicial: solo con procedimientos transparentes, participativos y claramente definidos, orientados en la evaluación de méritos, se puede garantizar se seleccionan las y los profesionales más capaces idóneos y honorables. Para la confianza ciudadana de la judicatura es fundamental que los procesos de selección judicial sean percibidos como legítimos.
Lamentablemente, los procesos de selección judicial bajo disputa en el proceso de amparo de los expedientes acumulados 4639-2013, 4645-2014, 4646-2014 y 4647-2014 no se han caracterizado por lo anterior. Es de amplio conocimiento que esos procesos no cumplieron con los requisitos constitucionales, lo cual ha causado una grave crisis en el sistema de justicia. Es imperativo que esta honorable corte de constitucionalidad actúe en su función de guardián de la institucionalidad.
Con este documento, la Fundación para el debido proceso y las organizaciones que le acompañan en la presentación de este escrito –la Federación Internacional de Derechos Humanos y la Plataforma Internacional contra la Impunidad– pretenden dar un análisis de la normativa aplicable, las principales violaciones constatadas y, en base a esa normativa, proponer una solución a esta crisis.