La magistrada Porras Escobar fue electa mediante un proceso transparente por el Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala. A lo largo de su carrera ha mostrado su alta calidad e idoneidad para integrar la Corte de Constitucionalidad, actuando con independencia a pesar de las constantes presiones de redes de corrupción e impunidad que se han podido conocer a través de medios de comunicación social. La decisión del Congreso puede ser interpretada como un castigo a dicha independencia.