Terna para la designación de una persona ministra de la SCJN genera riesgos para la independencia judicial y no garantiza paridad

El pasado 16 de noviembre 2021, se dio a conocer la terna presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para cubrir la vacante que quedará en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con la salida —el próximo 12 de diciembre— del ministro José Fernando Franco González Salas. Dicha terna está conformada por Verónica de Gyvés Zárate, Loretta Ortiz Ahlf y Bernardo Bátiz Vázquez, quienes han sido propuestas y propuesto por el titular del Ejecutivo federal para ocupar otras responsabilidades públicas en distintos momentos, y actualmente integran el Consejo de la Judicatura Federal. Además, de que su cercanía con el presidente de la República es de conocimiento público.

 

Una característica fundamental para quienes asumen un lugar en nuestro máximo órgano de justicia es el ser y parecer independientes, es decir, no contar con relaciones o compromisos que pongan en entredicho su imparcialidad y el ejercicio libre de su mandato. Así, la integración de esta terna —con personas con mostrada cercanía con el poder ejecutivo federal y que actualmente se desempeñan como consejero y consejeras de la judicatura— genera riesgos para la independencia de la SCJN.