El viernes 3 de septiembre, la Sala Constitucional de El Salvador emitió un fallo que permite que los presidentes se postulen para la reelección consecutiva. La decisión, que faculta al actual presidente salvadoreño Nayib Bukele a buscar su reelección en 2024, desafía a la constitución que explícitamente prohíbe las reelecciones presidenciales consecutivas y contradice una decisión reciente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esta acción sigue una serie de golpes a la democracia y al Estado de derecho en El Salvador que han suscitado una creciente preocupación internacional por la rápida regresión al autoritarismo en el país.
Para que El Salvador vuelva a comprometerse con la independencia judicial, la democracia y la protección de los derechos humanos, el gobierno de Estados Unidos y la comunidad internacional deben trabajar juntos para presionar a la administración de Bukele para que cambie de rumbo. DPLF se une al llamado e insta a la comunidad internacional a tomar medidas contra los ataques consecutivos a la democracia en El Salvador.