La crisis que atraviesa Venezuela condujo a que por primera vez un grupo de Estados parte al Estatuto de Roma solicitara conjuntamente la apertura de un examen preliminar ante la Corte Penal Internacional (CPI). La evidencia presentada hasta ahora por los presuntos crímenes de lesa humanidad se enfoca en ataques a disidentes políticos y manifestantes.
Nosotros creemos que esta situación no puede ser completamente comprendida —y que las acusaciones se quedan cortas— sin mirarla a través del enfoque de la gran corrupción. En estas páginas explicaremos lo que significa la ‘gran corrupción’, cómo ésta ha corroído a Venezuela, y por qué la gran corrupción y las atrocidades están conectadas. Asimismo, explicaremos por qué aplicar el enfoque de la gran corrupción a cada paso del examen preliminar permite realizar un mejor análisis. Luego haremos algunas salvedades y consideraciones. Por último, plantearemos algunas reflexiones para situaciones análogas, cada vez más comunes, donde las graves violaciones al derecho penal internacional ocurren y se mantienen como consecuencia de sistemas cleptocráticos.